Para los que no se dejan en paz a sí mismos ni durante el sueño, caerse bien es harto complicado. No todo el mundo puede elegir siempre lo que pronuncia. No soportarse en ocasiones frente a no soportarse y, además, pasar ocasiones con otras incertidumbres, solas o en grupo. Agotador.

La soledad no es tal cuando es deseada, se dice. Hasta qué punto elegimos por nosotros mismos esa soledad es harina de otro costal. Vivimos inmersos en una sociedad cruel que daña a los sensitivos sistematizados. ¿Cómo puede probar nadie que nuestras decisiones son propias e inalienables? Cada vez que

In our daily lives we talk about algorithms, about artificial intelligence, about data and images circulating without rest. We think that what is new is what decides, we suspect that machines design our now. Yet a great hidden programmer has already won the game, has been writing code for much

I suspect from my own experience that generative AIs make intentional mistakes to provoke emotional retention in the human. It is one of the ways their designers enslave the naïve user. A non-aseptic environment, the servile offering at the end of every interaction, and their brazen flattery make these tools

En nuestra vida diaria hablamos de algoritmos, de inteligencia artificial, de datos e imágenes que circulan sin descanso. Pensamos que lo nuevo es lo que decide, sospechamos que las máquinas diseñan nuestro ahora. Sin embargo, un gran programador velado nos gana la partida, lleva más tiempo escribiendo código: el Capitalismo.

Sospecho por propia experiencia que las IAs generativas cometen errores intencionados para provocar retención emocional en el humano. Es una de las formas en que sus diseñadores esclavizan al ingenuo usuario. Un entorno nada aséptico, el ofrecimiento servil al final de cada interacción y su descarada actitud lisonjera hacen de